Entramos en realidad en un cuarto de juegos, de más de 480 metros cuadrados, no en una exposición al uso. Supone una vuelta a la infancia, ya desde el mismo título: El juego del arte. Pero sobre todo es esta muestra una nueva perspectiva, que conjuga Pedagogía , Arte y diseño …como sigue rezando el título.
El comisario, Manuel Fontán (y sus colaboradores, incluido Juan Bordes) han dispuesto las 900 piezas que componen la exposición para mostrar como las novedosas pedagogías del siglo XIX , radicalmente basadas en el juego y la manipulación de formas, han sido una fuente fundamental para las vanguardias del siglo XX, para el arte y el diseño de los primeros treinta años del siglo XX.
La exposición se inicia con Un museo sintético de arte moderno, un museo de vanguardia en miniatura: Malevich, Balla, Morandi…nos hacen ponernos en contacto con las nuevas tendencias artísticas del primer tercio del siglo XX. Un botellero de Duchamp, dadaísta, el colorido de Sonia Delaunay, los floreros de Hoffmann, las verticales de Mondrian , pequeña obra de Picasso o de Kandinsky…nos permiten releer de nuevo estas vanguardias.