Entre medidas de seguridad y distancia social, que hace mucho más agradable la visita al no permitirse aglomeraciones, me dispongo a dejarme sorprender nuevamente por las exposiciones que organiza el Museo del Prado, en este caso Invitadas, que estará hasta el 14 de Marzo. Muñoz Molina me recordó en su artículo (Invitadas, invitados, El País), con su análisis certero y muy personal, que no había ido a la exposición, y encontré un tiempo tranquilo y propicio para disfrutar esta propuesta que investiga sobre el papel de las mujeres en las artes visuales del siglo XIX.
Carlos Navarro, el comisario de la muestra, ha establecido los límites temporales: desde Isabel II hasta el exilio de Alfonso XIII (1833-1931) coincidiendo con la llegada del sufragio femenino a España. O lo que es lo mismo, desde Rosario Weiss (pupila de Goya ) A Elena Brockmann (alumna de Sorolla y José Benlliure). La importancia de Isabel II en esta datación crece cuando a lo largo de la exposición sabemos que ella misma pintaba, copiaba, más bien, y fue pionera en la colección de obras de mujeres pintoras.