BURGOS Y ATAPUERCA, un recorrido de casi un millón de años
Por Anap.
Burgos, tierra poblada en todas las épocas de nuestra historia y de la prehistoria. Es la sierra burgalesa de Atapuerca la cuna de los primeros europeos. El Yacimiento de Atapuerca es sin duda el más importante de Europa, y se podría decir que uno de los más importantes del mundo, por la abundancia y valía de los fósiles allí encontrados. Se puede seguir el rastro humano durante casi un millón de años, ya que aparecen en este yacimiento los primeros restos pertenecientes a la especie Homo Antecessor, de mas de 800.000 años. Fueron descubiertos en 1994, por el equipo de J.M. Arsuaga, E. Carbonell y J. Bermúdez de Castro, entre otros.
Ya en la Edad Antigua, por las tierras burgalesas discurrieron desde los pueblos prerromanos (cántabros, vacceos, pelendones…) hasta los romanos, que tardaron casi dos siglos en conseguir romanizar esta zona . Y en la Edad Media, los visigodos se asentaron en la zona oriental de la comarca. Pero la verdadera historia de Burgos como ciudad comienza en 884, año en que se considera que fue fundada por Diego Porcelos, por encargo de Alfonso III. Poco después se convirtió en capital del condado de Castilla, y posteriormente del reino de Castilla y León (hasta 1087 que se trasladó a Toledo).
El nombre de Burgos parece ser de origen germánico, para designar un nuevo poblamiento (del gótico baurgs, fortaleza, ciudad fortificada, que dio burgo y burgués en castellano, borough en inglés y bourg en francés)
Su importante papel en la Reconquista cristiana (con legendarios nombres como Fernán González y El Cid) y su privilegiado situación en el Camino de Santiago la convirtieron en un enclave castellano fundamental. Fue ciudad primero de ganaderos, y luego, de comerciantes, a partir del siglo XII, del incipiente comercio lanero, llegando a ser una de las ciudades más prósperas de la Península Ibérica en los siglos XIV y XV.
El esplendor de Burgos como ciudad aumentará con la construcción de la Catedral de Santa María, a partir de 1221, para reforzar su papel de sede episcopal desde 1075.
La catedral de Burgos es una clara muestra del clasicismo gótico, (junto a León y Toledo) y recoge la influencia francesa de catedrales como Chartres, Reims, o Amiens. La catedral gótica como tal refleja el orden perfecto, la geometría secreta del arquitecto, que consigue un edificio de proporciones y líneas perfectas, reflejo de la Ciudad Celeste. La luz se convierte en un componente fundamental de las catedrales, ayudando a los fieles a acercarse a Dios. La luz se identifica con la belleza. Proporción y luminosidad que dotan a las catedrales como la de Burgos de un espacio casi ingrávido, ascensional y simbólico (Blanca Piquero. Las catedrales góticas castellanas). Todo ello responderá a la nueva espiritualidad europea.
El principal artífice dela catedral de Burgos será el obispo Mauricio, que la levanta por orden de Fernando III el Santo, restaurador de la unión definitiva de los reinos de Castilla y León. El obispo Mauricio, formado en París, era un gran conocedor de las construcciones europeas del momento, ya que tuvo que viajar por Europa para trasladar a España a la que será la esposa del monarca Fernando III: la princesa germánica Beatriz de Suabia. Traerá a Burgos un constructor francés, el maestro Enrique. Fernando III se casará en la catedral románica, en 1219, oficiada la boda por el obispo Mauricio. Será el último acto solemne de dicha catedral antes de ser demolida.El monarca hará una generosa donación para la nueva catedral y la indulgencia del papa Honorio III a los colaboradores de la magna obra.
Se trata de una catedral con una planta simple, de tres naves, separadas por pilares de influencia francesa., con cabecera con girola y capillas, y transepto de nave única. Muestra las nuevas estructuras que se están desarrollando en Europa (arcos apuntados, bóvedas ojivales, sistemas de contrarresto y arbotantes). Está naciendo el estilo gótico más puro, en el siglo XIII, el de mayor apogeo y expansión de dicho estilo. La construcción de la catedral de Burgos comenzó el 20 de julio de 1221, según el Cronicón de Cardeña. Las obras debieron ir rápidas, pues en 1238 ya está construida la cabecera, donde se entierra al obispo Mauricio. Se consagrará en 1260.
Su planta primitiva sufrirá cambios, y se diferenciaba de las catedrales francesas por un crucero que sobresalía en planta. La cabecera consta de girola dividida en tramos trapezoidales, a la que se abren cinco capillas radiales. Esta cabecera se debe al maestro Enrique, antes mencionado, que posteriormente trabajará en León, y cuyos trabajos serán terminados por su hijo, Juan Amric. Más adelante aparece otro maestro, Juan Pérez.
La catedral de Burgos posee tres portadas, pero sin duda la más conocida por su valor artístico e iconográfico es la que da al sur, la puerta de Sarmental (las otras dos son la de la Coronería, al norte y la de Pellejería, del siglo XVI). Es uno de los mejores conjuntos escultóricos el clasicismo francés en España, cuyas imágenes representan a Cristo en Majestad, rodeado del Tetramorfos (los cuatro evangelistas y sus símbolos, el león de San Marcos, el toro de San Lucas, el águila de San Juan y el ángel de San Mateo.) rodeado de los ancianos del Apocalipsis.
La construcción de la catedral se alargará hasta el siglo XV, en el que se levantaron las agujas caladas de Juan de Colonia, que le dan un aspecto germánico. De este mismo siglo y de influencia nórdica también, será la Capilla del Condestable, muestra del último gótico hispano.
Posteriormente, ya en el Renacimiento, se levantará la Escalera Dorada de Diego de Siloé, de clara influencia italiana, especialmente de Miguel Ángel.
El Monasterio de las Huelgas Reales, fundado por Alfonso VIII y su mujer Doña Leonor, es otro lugar ideal para conocer la Edad Media en Burgos. Data del siglo XII, y tiene restos románicos, góticos, mudéjares y renacentistas. El objetivo fundamental de Alfonso VIII era crear un panteón real, y el de Doña Leonor, crear un monasterio femenino, donde las mujeres alcanzaran la misma autoridad que los hombres.
EL MUSEO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA Y YACIMIENTO DE ATAPUERCA
De reciente creación, el Museo de la Evolución Humana completa este recorrido de un millón de años. El edificio, del arquitecto J. Navarro Baldeweg, intenta recrear la sierra de Atapuerca en la ciudad. Es un museo muy didáctico y contiene los mejores fósiles hallados en Atapuerca. Merece también una visita pausada, que se complementa a la perfección con un recorrido por el yacimiento de Atapuerca (a unos 20 km de Burgos), para conocer in situ el lugar donde se hallaron los restos de Homo antecessor.
Especialistas de la talla de Juan Luis Arsuaga , Eduald Carbonell y José María Bermúdez de Castro han contribuido de manera definitiva en el descubrimiento a finales del siglo XX (1994) de una nueva especie humana: el Homo antecessor, que se remonta a 800.000 años, y se sitúa entre el Homo sapiens y los extinguidos neandertales. Se encontró en la llamada Gran Dolina. Así Atapuerca se convirtió en la cuna de los pobladores humanos más antiguos de Europa. Se trata de individuos de una mezcla de rasgos primitivos y modernos, de una capacidad craneal de 1.000cc y practicantes del canibalismo.
Otra zona del yacimiento, la Sima de los Huesos, aportará fósiles de al menos unos 30 individuos, adolescentes y adultos jóvenes en su mayoría, fechados recientemente en 300.000 años de antigüedad, pertenecientes al Homo Heidelbergensis. Se encontraron en 1976, y son unos 2.000 fósiles que documentan la más antigua práctica funeraria. Los yacimientos son extraordinarios por la abundancia de registro fósil, su buena conservación y su importancia científica.
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