Zamora, ciudad del románico
Por Anap.
Zamora es una de las ciudades castellanas más desconocidas, se trata de una de las ciudades de mayor número y calidad de templos románicos de España y de Europa. Conserva una veintena de edificios de factura románica.
Está situada a orillas del Duero, sobre una meseta rocosa, en una zona casi inexpugnable. Su historia es un recorrido por la Historia de España, desde los pueblos prerromanos de la Edad Antigua, pasando por árabes y cristianos de la Edad Media, hasta la Edad Moderna y Contemporánea.
.
Maqueta de la calle Balborraz
EL ROMÁNICO EN ZAMORA: Zamora llegó a contar con 40 iglesias románicas, de las cuales han llegado hasta nuestros días apenas una veintena. La mayoría debían ser de pequeño tamaño y muchas de ellas construidas en los arrabales, fuera de las murallas.
El paseo por el románico zamorano podría empezar en: El Castillo: sobre la primera edificación de Alfonso II el Magno, se construye el Alcázar Real de Fernando I, siglo XI. En el siglo XII, en tiempos de Alfonso V, el Emperador y Fernando II, se edificó prácticamente lo que queda hoy de románico.
Las murallas: el primer recinto, del siglo XI, de Fernando I y Alfonso VI, donde destaca la Puerta de Doña Urraca, la mejor conservada, y el segundo recinto, del siglo XII, por Fernando II y Alfonso IX, el que más reformas y desperfectos ha sufrido. Al salir de contemplar murallas y castillo podemos dirigirnos a la catedral:
La Catedral de El Salvador: Se inscribe dentro del denominado Románico del Duero, ya tardío, de finales del siglo XII. De las once catedrales de Castilla y León es la más antigua y la más pequeña. Fue declarada Monumento Nacional en 1889.
Su planta es de cruz latina con tres naves de cuatro tramos, las laterales con bóveda de arista y la central de crucería simple. Los tres ábsides originales fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI.
En el crucero se alza un cimborrio con tambor horadado por 16 ventanas, cubierto con una cúpula de gallones revestido de escamas de piedra, soportado sobre pechinas.
Edificio comenzado a construir en 1151, siendo consagrada en 1174. Construida en poco tiempo, lo que le da unidad, y en un estilo muy sobrio. La fachada del Obispo, única original, se caracteriza por unas arquivoltas de perfil lobulado, de influencia árabe (llamados rollos zamoranos, que se copian en otras iglesias de Zamora). El cimborrio, horadado por 16 vanos que están abiertos al exterior, y cubierto por una cúpula gallonada. Será de gran influencia en Toro, Salamanca y Plasencia.
Otras iglesias románicas en el primer recinto medieval, son San Isidoro, San Ildefonso o la Magdalena, apenas modificada y San Juan en la Plaza Mayor (la segunda más antigua de Zamora), con el rosetón que es emblema de la ciudad.
Ya en el ensanche medieval destacan San Vicente Mártir, de finales del XII, San Andrés de finales del XI, con una torre añadida, Santiago del Burgo, muy céntrica, o Santa María de la Horta.
En los arrabales de Zamora surgieron multitud de pequeñas iglesias románicas, entre las que destacan: El Santo Sepulcro, San Frontis, San Claudio de Olivares o Santiago de los Caballeros.
Mientras recorremos Zamora nos acompaña el Duero todo el rato. Y sus Puentes : Puente de Piedra del año 1167, estuvo almenado y era prolongación de la muralla; y los restos del Puente Romano, de finales del XI, no queda más que un pilar. Y Las Aceñas (molinos harineros en el cauce de un río) de Olivares, del siglo XI, donada en 1157 por Alfonso VII a la catedral de Zamora.
Asimismo como construcciones civiles quedan: casas románicas y palacios en varias calles de la ciudad.
Es interesante no perderse otros tesoros, fuera ya de la ciudad: San Pedro de la Nave, el Monasterio de Moreruela, Santa María de Azogue en Puebla de Sanabria, y la Colegiata de Toro.
San Pedro de la Nave
UN POCO DE HISTORIA : La ciudad fue fundada por los Vacceos, pueblo prerromano de la Edad Antigua, que construyeron un castro y lo denominaron Ocalam.
La bandera de Zamora habla de estos orígenes prerromanos, se denomina la Seña Roja y está formada por ocho bandas rojas arrancadas de estandartes romanos en sus victorias por el líder lusitano Viriato, y una franja esmeralda, por la victoria del rey cristiano por la Batalla de Toro. Los romanos la llamaban Ocellum Durii, ojos del Duero. Fue un enclave fundamental en la Vía de la Plata, que unía Mérida con Astorga, en el norte de la península Ibérica, denominada Hispania.
Ya durante la ocupación musulmana se denominaba Samurah (ciudad de las turquesas) o Azemur (olivar silvestre). Fue repoblada hasta tres veces durante la Reconquista cristiana, ya que hizo de frontera entre musulmanes y cristianos: con pobladores mozárabes toledanos, con montañeses , (en tiempo del rey Ordoño II, que estableció la corte en esta ciudad y pasa a denominarse Zamora, convirtiéndose en la ciudad cristiana más importante del siglo XI); y la tercera con francos, por Raimundo de Borgoña.
Es el siglo XII una época de esplendor, aumenta la población, se amplían las murallas, y se construyen la mayoría de los edificios románicos, incluida la catedral.
En la Edad Moderna serán famosas sus tierras por la Batalla de Toro, en 1476, que le da la victoria a las tropas de los Reyes Católicos frente a los portugueses que apoyaban a Juana la Beltraneja. Igualmente se recordarán estas tierras por las revueltas comuneras contra Carlos I, promovidas por el Obispo Acuña en 1520.
Ya en la edad Contemporánea, los zamoranos intervinieron en la Guerra de la Independencia, en 1809. La ocupación napoleónica duró tres años y provocó a Zamora grandes pérdidas en el patrimonio artístico. La población descendió hasta 9.000 habitantes en 1850. A finales del XIX, con la llegada del ferrocarril y cierta industrialización Zamora comienza a resurgir. Y vivió una segunda edad de oro de la arquitectura, coincidente con el Modernismo (está incluida en la Ruta Europea del Modernismo).
Hoy, en pleno siglo XXI, ha desarrollado instituciones culturales de nivel nacional como el Museo Etnográfico de Castilla y León y otras de carácter más local, pero no por ello menos interesantes, como El Museo de Zamora y el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales. Acaba de recibir la llegada del AVE, lo que la convierte en un destino mucho más cercano.
"Trackback" Enlace desde tu web.