ENIGMÁTICO ESCHER
El enigmático Escher, el neerlandés Maurits Cornelius Escher, es en verdad un enigma para mi, he de reconocerlo. Sus laberintos, creado a base de geometría y matemáticas, que me resultan muy fácil de disfrutar, pero muy difícil de explicar. Y para ello vamos a contar con la ayuda de Antonio Muñoz Molina que apunta (El País, 13 febrero 2017): se sale un poco enloquecido (de la exposición).
Nació en los últimos años del siglos XIX, 1898, y morirá a los 73 años, también en los Países Bajos, y aparece en sus retratos o autorretratos como un caballero enjuto vestido con una formalidad de explorador o de naturalista antiguo, de catedrático de alguna disciplina noble y difícil . Y vivió tanto que le dio tiempo a ser admirado en vida por Pink Floyd, y hasta a negar a Mick Jagger el permiso para usar una de sus obras como portada de un disco (Eschermanía, en la música, el diseño, los comics…y un largo etcétera)
Pero sí he seleccionado frases y textos de mis dos visitas a la exposición, que merece sin duda la pena. Y la merece por la obra expuesta, no por el precio, quizás excesivo para los tiempos que corren, ni por el lugar, muy descuidado, nada rehabilitado y con un toque muy acusado de decadencia: el palacio de Gaviria. Pero dicho esto, vuelvo a Escher, que afirma:
Mi obra es un juego, un juego muy serio.