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El arte de saber ver. Manuel B. Cossío. Institución Libre de Enseñanza y el Greco. El deber de incorporarlos a la memoria colectiva.

Cossío y el Greco. ILE. Onlyartravel

La Fundación Giner de los Ríos y Acción Cultural Española han organizado conjuntamente la exposición El arte de saber ver. M.B. Cossío y la Institución Libre de Enseñanza. No es solo un homenaje al ilustre pedagogo e historiador del arte y a su gran obra sobre El Greco, es también una llamada de atención sobre la innovación que su obra supuso, y el deber de incorporar su legado a la memoria colectiva del siglo XXI. Hasta el 23 de abril.

Con ocasión de la exposición El arte de saber ver, dedicada a la figura de Manuel Bartolomé Cossío y su obra El Greco,  comisariada por Salvador Guerrero,  vuelve a salir a la luz el papel tan importante en la modernización de España que jugó la Institución Libre de Enseñanza (ILE).  Este proyecto pedagógico nació a la vez que la Restauración borbónica de Alfonso XII y  Cánovas del Castillo, y nació provocada por el conservadurismo y la censura llevada a cabo por este político del siglo XIX. En 1876 una serie de catedráticos que vieron retirada su libertad de cátedra, decidieron unirse para poner en marcha un nuevo concepto de educación.  Francisco Giner de los Ríos, Nicolás Salmerón, Gumersindo Azcárate y Teodoro San Rueda formaron la Institución Libre de Enseñanza, como un proyecto innovador, laico y abierto a una nueva pedagogía. Crearon una sociedad de acciones, con 200 accionistas, que representaban a la cultura , la política y la economía de  la España liberal del momento. Su primer presidente fue Laureano Figuerola, de gran importancia en la política económica de Sexenio Democrático.

Manuel Bartolomé Cossío será uno de los primero alumnos y luego maestro de la Institución Libre de Enseñanza, de modo que su historia  corre paralela a la de su vida, dedicada a la pedagogía y a la Historia del Arte.

 

Todavía hoy algunas de las propuestas de la ILE nos suenan revolucionarias, propuestas que ellos pusieron en marcha sin subvención alguna del gobierno, con la oposición de la mayoría conservadora,  y que pondrán las bases de muchas de las reformas educativas de entonces. Este intento de renovación pedagógica duró medio siglo, los cincuenta años que median entre su creación, 1876, y su desaparición, 1936, con el estallido de la Guerra Civil española. Basan su pedagogía en el krausismo, del filósofo alemán Krause, que defendía la libertad académica y de cátedra frente al dogmatismo, siendo uno de los primeros en hablar de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de los derechos de los niños, y de ecologismo.

Cossío y el arte de saber ver. ILE

Cossío y el arte de saber ver. ILE

Comenzó la ILE  dirigida a estudios universitarios y enseguida se ampliará a estudios primarios y secundarios. Se proponía la agrupación de alumnos y alumnas en pequeñas secciones de no más de quince alumnos para que el maestro pueda comunicarse directamente con sus discípulos. (…) La Institución estima que la coeducación es un principio esencial del régimen escolar, y que no hay fundamento para prohibir en la escuela la comunidad en que uno y otro sexo viven en la familia y en la sociedad….el más poderoso resorte  para acabar con la actual inferioridad positiva de la mujer, inferioridad que no empezará a desaparecer hasta que aquella se eduque, en cuanto a la cultura general, no solo como, sino con el hombre.”  

Los alumnos  se agruparían según su desarrollo, consiguiendo una enseñanza individualizada y familiar que se alarga en el tiempo. Se iba profundizando año tras año en las mismas materias, las que proponían los programas oficiales, y las que reforzaba la Institución, tales como el Derecho, Psicología, Bellas Artes, Dibujo, Música, Carpintería, Jardinería…disciplinas todas ellas aprendidas del modo más experimental posible y más intuitivo.

Un proyecto que defendía que la formación era un continuum, que duraba toda la vida, por eso en esta misma casa, hace más de cien años, se fomentaba que los parvulitos hiciesen arte, se les enseñaba a identificar láminas y se les llevaba a visitar museos, y no solamente se despertaba a los niños a una edad tan temprana al arte, sino que se trabajaba por poner en pie una disciplina científica, la historia del arte (J. García Velasco, presidente de la Institución Libre de Enseñanza).

Cossío y el arte de saber ver. ILE

Cossío y el arte de saber ver. ILE

Para todo ello era fundamental el contacto con la naturaleza, con la realidad, había que observar todo directamente, de modo intuitivo. Serán pioneros en la organización de excursiones a la Sierra de Guadarrama y a todo el entorno de Madrid, a Toledo y lugares vecinos. En esta línea también serán pioneros en la creación de colonias escolares, siendo las primeras las organizadas en San Vicente de la Barquera y en Miraflores de la Sierra. Excursiones frecuentes  y económicas: geológicas, geográficas, botánicas, artísticas…daban cursos completos de pintura y escultura en los propios museos.

Para los maestros de la Institución Libre de Enseñanza los alumnos elaboraban sus propios materiales, no usaban libros de texto, y casi ni pupitres, se movían libremente por los espacios que se les asignaban: aulas, laboratorios, talleres, jardín,  gimnasio, frontón. La enseñanza se convierte en educación, el profesor en pedagogo, el alumno en discípulo y el aprendizaje en una especie de epifanía. La enseñanza secundaria pasaba a ser una prolongación de la primaria, se suprimieron los exámenes, los programas y los libros de texto. (José María Marco, en manuelblasdos.blogspot.com)

Cossío, Giner y Ricardo Rubio. ILE.

Giner en el centro, a su izquierda Ricardo Rubio y a su derecha Cossío. Fuente: Familia Uña

El lugar inicial para este proyecto era el Paseo de la Castellana, en un ambicioso edificio que estaba en construcción, y por falta de presupuesto tuvo que abandonarse (y será  ocupado por la Escuela de Sordos y Mudos de Madrid, lo que hoy en día es el edificio de CESEDEN, del Ejército). Tras una breve estancia en pisos de la calle Esparteros y de la calle Infantas, en septiembre de 1884 se trasladaron a la finca situada en el paseo del Obelisco número 8 (actual Martínez Campos 14-16, y durante la II República, Paseo de Francisco Giner de los Ríos).

Los pabellones que se fueron añadiendo a la construcción original (que hacía las veces de secretaría y vivienda de Giner de los Ríos y Cossío) seguían siempre las nuevas pautas de la arquitectura escolar de finales del siglo XIX, de carácter higienista. Los espacios debían ser luminosos, amplios y aireados,  construidos con materiales económicos y sólidos, recuperando en cierto modo la arquitectura popular. Muestra de ello fueron los pabellones que se añadieron, el pabellón Macpherson, todavía en pie, que se levantó en 1909 y el pabellón Giner (hoy desaparecido). Eran edificios aislados, rodeados de jardín, con aulas amplias e higiénicas, laboratorios y taller de carpintería.  El jardín era, y es, el elemento vertebrador de este espacio, como lugar de encuentro y de estudio, además de esparcimiento.

Pabellón Mcpherson ILE. Onlyartravel

Pabellón Mcpherson en la actualidad. Onlyartravel.

En este recinto, a las afueras del Madrid de entonces,  y vecinos del pintor Sorolla, la Institución Libre de Enseñanza pudo desarrollar plenamente su proyecto educativo. Era un espacio natural que favoreció los estudios (Párvulos, Primaria y Secundaria) y el desarrollo de juegos y deporte (se construirá un frontón, hoy demolido).

La remodelación de estos espacios, finalizada en 2014, ha corrido a cargo de los arquitectos Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda, y de la paisajista Teresa Galí-Izard, remodelación envuelta en cierta polémica por la demolición de algunos elementos históricos.

A la muerte de Francisco Giner de los Ríos, en 1916, se forma la fundación que lleva su nombre  Fundación Giner de los Ríos (que ha cumplido un siglo, con la interrupción de la Guerra Civil  y la dictadura franquista). Por entonces ya se habían creado una serie de instituciones adscritas tales como la Residencia de Estudiantes de la calle Pinar (que nace en 1910), la Junta de Ampliación de Estudios, y el Centro de Estudios Históricos, dirigido por Menéndez Pidal. Durante los cincuenta años de la ILE se publicó un Boletín (BILE), que contaba con la colaboración y el apoyo de los más insignes intelectuales de la época (Einstein, Ortega y Gasset, Joaquín Costa, Tagore, Tolstoi, Gregorio Marañón, Antonio Machado, Joaquín Sorolla, Bertrand Russell, Darwin, Galdós, Unamuno, Pardo Bazán, Ramón y Cajal, entre otros).

Retrato de M.B. Cossío . M. Fromkes

Retrato de M.B. Cossío . M. Fromkes.

La Institución Libre de Enseñanza supuso un apoyo a la  modernización de España, que debía partir de la ampliación de la educación de los españoles, como defendían sus miembros (idea que marcó también el Regeneracionismo de principios de siglo). El porcentaje de analfabetismo de España en estos años de finales del XIX y primer tercio del siglo XX rondaba el 50% dela población, y en las zonas rurales aún era mayor. Para paliar esta penuria educativa en España se pusieron en marcha proyectos como el Museo Pedagógico,  y las Misiones Pedagógicas. Todo ello fue labor del mencionado Manuel Bartolomé Cossío, que lo consiguió desde su puesto de director del Museo Pedagógico durante más de treinta años, hasta su jubilación en 1929.

Manuel Bartolomé Cossío, al que está dedicado la exposición que toma el nombre de un artículo suyo del BILE, El arte de saber ver, ha pasado a la historia como un gran pedagogo e historiador del arte. Este educador para el pueblo, como se le definía,  era de origen riojano, nacido en 1857, vivió toda su vida ligado a la Institución Libre de Enseñanza, y fue el discípulo favorito y luego heredero de Francisco Giner de los Ríos. La exposición es un homenaje a esta doble labor y está llena de citas suyas que invitan a la reflexión (y a  sacar una libreta para apuntarlas). Murió en Collado Mediano en 1935, tras haber conseguido poner en marcha sus Misiones Pedagógicas, ya en la II República,  por los pueblos más apartados de España. Fue su proyecto más querido, y consistió en llevar la cultura  (obras de arte, en forma de  copias del Museo del Prado de Goya, Velázquez, El Greco,  bibliotecas, obras de teatro…) a los rincones más alejados de la geografía española.

El niño de la ciudad tiene, señores, el periódico, el teatro, la conversación culta de la atmósfera que lo rodea, los museos, una exposición permanente en los escaparates de cada tienda; pero el pobre niño del campo, ¿dónde puede ver jamás una estatua? ¿Quién le dirá que ha habido un Shakespeare o un Velázquez? ¿Quién le hará sentir la belleza de una melodía de Mozart, de una estrofa de Calderón?

Misiones Pedagógicas. ILE,. Madrid

Sala del Museo del Pueblo en una de las localidades donde tuvieron lugar las Misiones Pedagógicas, en la que se ven las copias de las obras La resurrección de Cristo, del Greco; El pelele, de Goya, y Las hilanderas, de Velázquez, (h. 1932, Residencia de Estudiantes, Madrid.)

De su faceta de pedagogo, a la que dedica toda su vida, destacamos unas frases que introducen la exposición:

Educar antes que instruir, hacer del niño, en vez de un almacén de conocimiento, un campo cultivable.

Si la escuela no se coloca en medio de la vida y abre sus ventanas de par en par a la naturaleza, está muerta.

Sin necesidad de explicarlas, vemos el espíritu de la ILE detrás de ellas. Para poner en marcha estas ideas fue Cossío el gran impulsor de las colonias escolares, y de logros políticos como la equiparación económica de las maestras y los maestros y la colaboración para  la creación del Ministerio de Instrucción Pública de 1901. Defendió en otros proyectos el perfeccionamiento de la formación de los maestros, … el maestro de párvulos realiza una función tan sustantiva como el catedrático: porque tiene encomendada y ejecuta, al igual que éste, no una parte, sino toda la obra educadora, en uno de los momentos de su proceso educativo…, pensaba que la mayor formación debía ir para los que se dedicaran a los niños más pequeños (como se ve en un testimonio sonoro de la exposición).

El Greco. M. B. Cossio. 1908.

Frontispicio y portada del primer volumen de El Greco, de Manuel B. Cossío, Madrid, Victoriano Suárez, 1908, Residencia de Estudiantes, Madrid.

Entró como alumno en la recién creada Institución Libre de Enseñanza, y Francisco Giner de los Ríos le mandó a completar sus estudios a Bolonia. Intelectual y viajero, se convertirá en una referencia fundamental para el nacimiento de la Historia del Arte en España gracias a su obra El Greco. Convirtió esta disciplina, apenas desarrollada en España en algunos catálogos monumentales y algún estudio sobre Velázquez (como aparece en la exposición), en una ciencia, y la incorporó a los programas académicos tanto en la enseñanza secundaria como universitaria.  Investigó con rigor científico  durante décadas sobre el Greco, sus cuadros, los analizó, y proporcionó un panorama bastante completo de su obra, que estaba tan dispersa, y era tan poco conocida y valorada. Casi ochocientas páginas entre texto y láminas, que publicará en 1908, y que muestran el ingente esfuerzo que antes nadie había hecho. A partir de dicha publicación se  considerará a El Greco un pintor de la escuela española, se le creará una sala propia en el Museo del Prado y se estudiará su figura mucho más a fondo.

De las citas que recoge la exposición sobre su aportación a la Historia del Arte, nos quedamos con tres que creemos que aúnan a la perfección sus dos facetas, la de pedagogo e historiador del arte:

No hay estética sin ética.

El deber de cada cual tiene de hacer de su propia vida una obra de arte.

Todos somos artistas; todos tenemos el deber, no sólo de despertar nuestra actividad, sino de regirla conforme a las leyes, al hacer y crear en cualquiera de las esferas de la vida.

La exposición acaba con un amplio apartado dedicado a Toledo, ciudad que descubrirá el propio Cossío al resto de la intelectualidad de España, y del mundo en general. Relacionado claro está con la presencia de El Greco en dicha ciudad. Para la Institución Libre de Enseñanza Toledo se convierta en un estandarte, en un compendio de civilizaciones, y en un resumen de  la Historia de España.

El Greco. vista de Toledo. 1604-14. Museo Metropolitano de N. York

El Greco. Vista de Toledo.( 1604-14) Museo Metropolitano de N. York.

El viajero que disponga de un solo día en España, debe gastarlo sin vacilar en Toledo, afirma Cossío.

 

Y la persona curiosa e inquieta que disponga de media tarde en Madrid, debe, sin vacilar, acercarse a este rincón tranquilo e insólito del barrio de Chamberí, la Institución Libre de Enseñanza, y dejarse empapar y sorprender  por las enseñanzas del maestro con mayúsculas: Manuel Bartolomé Cossío. Está abierta hasta el 23 de abril.

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Comentarios (2)

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    Pedro

    |

    Estupenda,reflexion sobre lo que representa la,enseñanza y como su desarrollo debe estar amparado por la libertad y un director inteligente como Salvador de los Rios, que alentò su formaciòn, y confiò en el.
    Una pena que no continue su ejemplo

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    Elisa

    |

    Muy interesantes, tanto la Exposición como el artículo de Ana Palacios al respecto.

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