Charles Villeneuve en la Casa de Vacas del Retiro. Hasta mañana domingo 24.
Un paseo otoñal por el Retiro de Madrid puede traer gratas sorpresas como la exposición de acuarelas de Charles Villeneuve en La casa de Vacas. (Hasta el domingo 24 de octubre, así que la descubrí in extremis).
Este arquitecto, diseñador y pintor, que se define a sí mismo como artesano, nos regala los sentidos con una serie de apuntes de viaje, acuarelas, en múltiples formatos, mostrando vistas muy espectaculares de Italia, París, Londres, Nueva York. La tinta y la acuarela son sus armas. La investigación de la luz, los reflejos y los diferentes planos, sus inquietudes.
Los paisajes urbanos que salen de sus pinceles son una continua sugerencia del placer de viajar, de observar con calma, mucha paz, y paciencia, rincones que, no por ser muy conocidos, dejan de sorprendernos. Capta ángulos que le interesan de la Cibeles de Madrid, el Sena en París o las luces y bullicio de Nueva York. Los elementos arquitectónicos, muy detallados, contribuyen a crear ambientes muy especiales.
Son especialmente atractivos los apuntes italianos, de pequeño formato, de tinta, invitándonos a recorrer con él esos rincones, cargados de emoción estética. No le quedan a la zaga las grandes panorámicas, las vistas francesas de gran formato, horizontal o vertical, que demuestran a la vez ese carácter artesano del artista, y esa maestría por dominar grandes superficies con una técnica, la acuarela, que pudiéramos pensar que no se presta a ello. Y también maestría en el dominio de la perspectiva, donde se ve el oficio de arquitecto.
En todas las obras se ve una mano diestra, de pincelada rápida, firme, y suelta, con un estilo muy detallista, muy cuidado, muy académico, y a la vez muy instintivo y libre, que crea paisajes en varios planos , que se difuminan al fondo, o bien en los laterales, creando esa atmósfera en la que queremos entrar como invitados, o quizás como intrusos.
La exposición se completa con una enmarcación muy elegante que completa la obra de arte, unas cajas en las que parece que flotan, ingrávidas, las acuarelas, dándoles más vida y más emoción, si cabe.
El buen hacer de este artista le ha llevado a ganar desde muy joven numerosos premios como arquitecto y como pintor, ambas profesiones, ambas pasiones, ambos oficios, fusionados a la perfección en La Casa de Vacas del Retiro. Solo hasta mañana domingo 24.
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